El arquitecto miamense Germane Barnes en la YoungArts Miami Gala. Barnes fue reconocido por sus logros en las artes, la arquitectura y la tutoría de jóvenes artistas. Courtest of YoungArts

Germane Barnes era un joven arquitecto recién graduado cuando se enfrentó a dos opciones. Irse a París para trabajar en un prestigioso estudio de arquitectura o diseñar espacios comunitarios para una ciudad del sur de la Florida de la que nunca había oído hablar, Opa-locka.

Para sus padres, la elección parecía obvia. No lo hicieron estudiar francés durante 13 años en vano, dice Barnes. Pero para su confusión, aceptó el trabajo en Opa-locka. Eligió sabiamente.

Eso fue en 2013. Diez años después, Barnes se ha convertido en una estrella emergente de la arquitectura y las artes, con una larga lista de galardones, premios y becas mientras trabaja de profesor adjunto en la Universidad de Miami. Su trabajo, que explora los vínculos entre arquitectura, raza e identidad, ha aparecido en publicaciones y espacios internacionales. Fundó Studio Barnes en 2016, ganó el prestigioso Premio Roma en 2021, mostró sus obras en una pionera exposición en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y recientemente se unió a la junta directiva de Oolite Arts, una organización sin fines de lucro con sede en Miami.

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Arquitecto Germane Barnes Courtesy of Oolite Arts

El sábado añadió otro trofeo a su abarrotada estantería. Recogió el Premio Arison en la YoungArts Miami Gala, un acto organizado por la organización sin fines de lucro que apoya a jóvenes artistas. Barnes, que colabora con YoungArts impartiendo clases magistrales, dijo que este premio era especialmente significativo.

“La mejor manera de retribuir algo es ayudar a los jóvenes, y eso es lo que YoungArts me da la oportunidad de hacer”, declaró al Herald.

Sarah Arison, presidenta del patronato de YoungArts, describió a Barnes como “uno de los arquitectos más convincentes y relevantes de hoy en día”.

“El Premio Arison se concede anualmente a personas que abrazan esta misma misión y se comprometen a ayudar a los jóvenes artistas y a nuestro ecosistema artístico a crecer y prosperar”, dijo Arison en un comunicado. “Además de ser un arquitecto extraordinariamente talentoso y consumado, Germane piensa constantemente en los demás y en cómo puede ayudar más a las comunidades necesitadas”.

El arquitecto Germane Barnes acepta el Premio Arison de manos de la presidenta del Consejo de YoungArts, Sarah Arison, en la YoungArts Miami Gala, el 28 de enero de 2023, en Miami, Florida. Jason Koenrer Courtesy of YoungArts

El trabajo artístico de Barnes está impulsado por el pensamiento en los demás. Sus diseños no se centran solo en los edificios en sí, sino en las personas que los usan. Eso significa involucrar a los miembros de la comunidad en todo el proceso de diseño de un espacio, aunque eso suponga más tiempo y esfuerzo, dijo.

En Chicago, su ciudad natal, diseñó Block Party, una estructura parecida a un castillo inflable inspirada en las fiestas de barrio de la ciudad para la Bienal de Arquitectura de Chicago. En el Brickell City Centre, realizó una instalación basada en los pórticos de las comunidades negras. Y en Delray Beach, Studio Barnes colabora con la organización sin ánimo de lucro Thrive Collective para convertir un viejo camión de UPS en un museo móvil y diseñar un mercado de paja en homenaje a la comunidad bahameña local.

“Un edificio es un edificio, pero no se convierte en nada especial hasta que la gente está en él”, dijo Barnes.

"Block Party", de Germane Barnes en la Bienal de Arquitectura de Chicago. Cortesía de Germane Barnes Courtesy of Germane Barnes

‘No, estúpido’

Barnes creció en la zona oeste de Chicago. A los 5 años ya sabía que quería ser arquitecto, aunque no sabe muy bien porqué. De pequeño no conocía a ningún arquitecto.

Tal vez fuera por las hermosas casas de Oak Park, una localidad adinerada donde vivieron Ernest Hemingway y Frank Lloyd Wright que estaba justo al lado del barrio de Barnes, en las afueras de Chicago. Su madre le decía: “Si quieres diseñarlas, tendrás que ser arquitecto”.

Pero por algún lugar tenía que empezar. A los 14 años, pasó un verano trabajando en su primer empleo: pintar un mural para la biblioteca local.

Estudió arquitectura en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, pero por un momento, dice, se sintió confundido. No conocía las posibilidades de la arquitectura más allá de construir casas y rascacielos.

“En aquella época no se hacía hincapié en la arquitectura social ni en la arquitectura de base orientada a la comunidad”, dijo Barnes. “Era más bien: ‘Así es como se construye un edificio y te aseguras de que te lo aprueben para que no te demanden’”.

Unas prácticas en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, le mostraron que la arquitectura era algo más que construir rascacielos. En 2008, Barnes fue a trabajar con Sean J Mackay Architects, haciendo un montón de casas residenciales carísimas.

“Dije: ‘Muy bien, ¿esto es lo que voy a hacer el resto de mi vida?’”, recuerda Barnes.

“No, estúpido”, le dijo su jefe. “Esto simplemente paga las facturas”.

Instalación "Sacred Stoops", de Studio Barnes en el Brickell City Centre, en 2018. Cortesía de Germane Barnes Courtesy of Germane Barnes

Cuando no estaban construyendo edificios de lujo en Ciudad del Cabo, se dedicaban a proyectos de diseño gratuitos en los barrios pobres de las afueras de la ciudad. Esa experiencia enseñó a Barnes cómo la arquitectura puede involucrar a las comunidades y ayudar a la gente marginada.

“Literalmente, todo cambió en ese momento”, dijo.

Todo volvería a cambiar cuando Barnes terminó sus estudios. Se fue a París a trabajar con el difunto arquitecto francés François Perrin, que le puso a trabajar en proyectos con Xavier Veilhan, un destacado artista.

Estaba inmerso en instalaciones, no en edificios. La arquitectura es lenta y tediosa. La instalación es rápida y liberadora, dijo Barnes. Se dio cuenta que podía hacer ambas cosas.

Más tarde, Veilhan ofreció a Barnes otro empleo en París, en la oficina del famoso arquitecto Jean Nouvel. Por supuesto, Barnes dijo que sí. No había estudiado 13 años de francés en balde.

Pero Barnes y otros dos diseñadores se habían presentado a un concurso de propuestas de arte público de Miami-Dade y el Fondo Nacional de las Artes. El cliente era la Corporación de Desarrollo Comunitario de Opa-locka. Ganaron.

Sus padres se preguntaban por qué dejaría París por “un sitio raro llamado Opa-locka, en el sur de la Florida”. En París, decía Barnes, estaría todo el día en el sótano de la oficina haciendo maquetas. Pero en Opa-locka, él era el líder de la propuesta. Podía tener un impacto real más rápido.

Y así lo hizo. El grupo diseñó un parque, convirtió una antigua empresa de tejados en un centro artístico y recreativo e hizo una granja urbana donde antes había un trozo de césped vacío. Los diseños de Barnes ayudaron a revitalizar la zona sin aburguesamiento. Desde entonces vive en Miami.

Germane Barnes diseñó una granja urbana como parte de "Made in Opa-locka", un proyecto plurianual que revitalizó esa ciudad a través del arte y la arquitectura. Cortesía de Germane Barnes. Courtesy of Germane Barnes.

‘El mejor año que un artista puede tener’

El reciente torbellino de atención no entraba en los planes de Barnes.

“Les mentiría si dijera que sabía que iba a conseguir todo esto. En absoluto”, dijo. “Estaba perfectamente bien haciendo mi trabajo sin que nadie supiera quién era. Para mí, se trata de la gente”.

“Entonces, de repente”, añadió, “todo cambió de la noche a la mañana”.

A principios de 2021, las obras de Barnes aparecieron en Reconstructions: Architecture and Blackness in America, una exposición en el MoMA de Nueva York que exploraba la relación entre la arquitectura y las comunidades negras. Era la primera vez que el museo mostraba a arquitectos negros.

Sean Anderson, profesor adjunto de Universidad Cornell que trabajaba en el MoMA, fue curador de la muestra junto con la arquitecta y profesora de la Universidad de Columbia Mabel O. Wilson. Cuando planearon la exposición, Barnes fue uno de los primeros artistas que quisieron incluir, dijo Anderson.

“Es increíblemente único e inusual encontrar a un arquitecto y artista trabajando a la escala y nivel que él lo hace con tanta sensibilidad”, dijo Anderson. “Pero además se divierte. Eso es enorme”.

Barnes, el arquitecto más joven de la exposición, realizó un especiero flotante y una serie de collages inspirados en las diversas comunidades negras e inmigrantes de Miami. La obra, titulada “A Spectrum of Blackness”, despegó en la prensa. Resonó entre el público, que a menudo se ve “intelectualmente excluido” de los museos, dijo Barnes.

“Era muy personal y abarcaba todas las etnias”, explicó Barnes. Gente de Panamá, la República Dominicana y Chicago pudieron reconocer los mismos ingredientes y sentirse representados”.

"A Spectrum of Blacknes", del artista Germane Barnes, incluye un especiero flotante de ingredientes usados por las comunidades afroamericanas y de inmigrantes negros. La obra se expuso en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Cortesía de Germane Barnes Courtesy of Germane Barnes

Desde la exposición del MoMA, la notoriedad de Barnes no ha hecho más que crecer. Dennis Scholl, presidente de Oolite Arts, elogió la capacidad de Barnes para seguir produciendo obras de gran calidad a pesar de las grandes exigencias y obligaciones.

El año pasado, Barnes estrenó “Rosie’s Fare”, una instalación en Oolite Arts en Miami Beach inspirada en su abuela Rosie y en el trabajo infravalorado de las mujeres negras. Recreó una cocina e incluyó elementos de su instalación del MoMA, como el especiero.

“Germane Barnes ha tenido uno de los mejores años de todos los tiempos para cualquier artista de Miami”, dijo Scholl. “Si pensamos en los diversos galardones y premios que ha recibido, su trayectoria ha sido extraordinaria, y el Premio Roma es la cima de lo que se puede conseguir como artista”.

El pasado invierno, mientras miles de amantes del arte acudían a Miami para Art Basel, Barnes rindió homenaje a las diversas comunidades y al Carnaval de Miami con “Rock | Roll”, una instalación interactiva en el Design District. Barnes diseñó coloridas mecedoras abovedadas decoradas con tubos de espuma para piscina que imitaban los atuendos emplumados del carnaval.

“Es una personalidad emergente a tener en cuenta”, dijo Craig Robins, cofundador de Design Miami y urbanizador del Design District. “Está claro que tiene el pulso y su propia perspectiva, así que es una de las personas que tiene potencial para influir en las generaciones futuras”.

Rock | Roll", una instalación interactiva en el Design District durante la Semana del Arte de Miami realizada por Germane Barnes. Kris Tamburello. Cortesía de Germane Barnes Kris Tamburello Courtesy of Germane Barnes

Compartir la alegría

En Estados Unidos, solo 2% de los arquitectos con licencia son negros, según el National Council of Architectural Registration Boards.

En los seis años y medio que Barnes estudió Arquitectura, nunca tuvo un profesor o asistente de enseñanza negro. En la Universidad de Miami, Barnes dice que es mentor de estudiantes de minorías que, de otro modo, tendrían dificultades para encontrar a alguien con quien relacionarse.

“En mi mente, es una forma de ofrecer eso a los estudiantes que pueden compartir la misma historia que yo o la misma educación que yo”, dijo. Aconseja a los estudiantes que nunca ofrezcan su trabajo gratis y que piensen en los distintos caminos que pueden tomar con la arquitectura, incluso sin licencia. (El tipo que diseñó los Nike Air Jordan era arquitecto, dijo Barnes).

El arquitecto Germane Barnes impartiendo una clase magistral a los alumnos de YoungArts en 2019. Jason Koerner Courtesy of YoungArts

Durante los últimos cinco años, Barnes ha hablado con los artistas prometedores que pasan por el programa YoungArts. La organización sin fines de lucro es fundamental para nutrir a la próxima generación de creativos, dijo Barnes. Le hubiera gustado conocerla cuando era adolescente.

A pesar del número de becas y premios que ha recibido anteriormente, Barnes dijo que el Premio Arison era especial, no solo por sus vínculos con YoungArts, sino también por quién estaba allí para verle aceptarlo.

La madre de Barnes, que trabajó en la empresa energética Con Edison durante toda su infancia, nunca había visto a su hijo aceptar un premio. Eso cambió por fin el sábado.

“El hecho de que esta organización haya sido tan amable conmigo tiene un gran valor sentimental”, dijo Barnes. “Mi madre podrá compartir la alegría de que yo reciba este increíble premio”.

Este artículo fue producido con el apoyo financiero de The Pérez Family Foundation, en asociación con Journalism Funding Partners, como parte de un programa de becas de periodismo independiente. El Miami Herald mantiene el pleno control editorial de este trabajo.

Esta historia fue publicada originalmente el 31 de enero de 2023 8:00 AM.